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La PTU, o Participación de los Trabajadores en las Utilidades, es un beneficio que los empleados en México reciben anualmente, consistiendo en un porcentaje de las ganancias de las empresas. En este blog te explicaremos qué es, quiénes tienen derecho a recibirla, cómo se calcula y cuáles son las responsabilidades de las empresas al respecto.
La PTU es un derecho de los trabajadores en México para recibir parte de las ganancias de la empresa, basado en la Constitución y la Ley Federal del Trabajo.
El cálculo de la PTU se hace considerando el 10% de la utilidad fiscal y se divide en dos partes: días trabajados y salarios recibidos por los trabajadores.
Las empresas deben cumplir con fechas clave para el pago de la PTU y enfrentan multas por no hacerlo; recursos humanos es clave para gestionar este proceso eficientemente.
La PTU, o Participación de los Trabajadores en las Utilidades, es un derecho garantizado por la Constitución Mexicana que permite a los trabajadores participar en las ganancias de la empresa. Pero, ¿qué significa esto exactamente? Bueno, la PTU es una forma de redistribuir la riqueza generada por las empresas, fomentando la justicia social y estimulando la productividad de los trabajadores.
Este derecho está fundamentado en el artículo 123, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se regula por el artículo 120 de la Ley Federal del Trabajo. En otras palabras, los trabajadores en México tienen el derecho legal de recibir una parte de las ganancias obtenidas por la empresa a lo largo del año, lo que se conoce como PTU.
Ahora que entendemos la base legal de la PTU, es importante comprender quién tiene derecho a este beneficio. Todo empleado que trabaje para una persona física o jurídica y reciba salario tiene derecho a participar en las utilidades de las empresas, según la ley laboral.
Este beneficio es aplicable a una amplia gama de trabajadores. Esto incluye a todos los trabajadores que presten un trabajo personal subordinado y reciban un salario.
Es importante enfatizar que este derecho a recibir la PTU es exclusivo de los trabajadores. Se trata de una prestación que las empresas están obligadas a proporcionar a sus trabajadores como parte de su remuneración y compromiso con la redistribución de la riqueza y la justicia social.
Calcular la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU) implica considerar el 10% de la utilidad fiscal del ejercicio, entre otros factores. El cálculo exacto varía dependiendo de la situación de cada empresa. El proceso es un poco complejo, pero básicamente se divide en dos partes iguales: una basada en los días trabajados y la otra en los salarios percibidos por los trabajadores.
A continuación, desglosaremos cada una de estas partes para entender mejor cómo se calcula este cálculo.
La primera mitad de la PTU se calcula en función de los días trabajados por cada empleado durante el año fiscal. Para hacer este cálculo, se toman en cuenta no solo los días efectivamente trabajados, sino también:
Luego, se divide el total de la mitad del monto de las utilidades entre el total de días trabajados por todos los empleados para determinar el monto correspondiente a cada día trabajado.
La otra mitad de la PTU se reparte de acuerdo con los salarios percibidos por los trabajadores. En otras palabras, se distribuye en proporción al monto de los salarios de cada trabajador durante el año fiscal.
De esta manera, aquellos que tienen salarios más altos reciben una mayor proporción de las utilidades.
Las empresas tienen ciertas obligaciones que deben cumplir en relación con el pago de la PTU. En primer lugar, la PTU debe pagarse en moneda de curso legal y no se permite compensación, cesión a terceros, ni pago mediante mercancías, vales u otros signos representativos.
Además, las empresas están obligadas a entregar copia de la declaración anual a los representantes de los trabajadores dentro de los 10 días posteriores a su presentación, cumpliendo así con esta obligación.
Es importante señalar que el reparto de utilidades debe realizarse dentro de los 60 días siguientes a la fecha de la declaración anual o del pago de impuestos de la empresa.
Además, algunas empresas están exentas del pago de PTU, como las empresas de nueva creación en su primer año de operaciones y aquellas con un capital menor al determinado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Como mencionamos anteriormente, no todos los trabajadores tienen derecho a recibir PTU. Para ser elegible para el reparto de utilidades, un trabajador debe cumplir con los siguientes requisitos:
Sin embargo, hay ciertas categorías de trabajadores que están excluidos de este derecho. Por ejemplo, los trabajadores domésticos, directores, administradores, gerentes generales y aquellos que presten servicios por honorarios sin relación de trabajo subordinado no son elegibles para el reparto de utilidades.
Además, las empresas recién establecidas en su primer año de operación y aquellas dedicadas a producir un producto novedoso no están obligadas a distribuir ganancias.
La reforma laboral en materia de outsourcing en México, que entró en vigencia en septiembre de 2021, ha tenido un impacto significativo en el reparto de utilidades. En primer lugar, la reforma prohibió la subcontratación laboral, lo que significa que las empresas ya no pueden contratar a trabajadores a través de terceros para evitar sus obligaciones laborales y fiscales.
Además, la reforma estableció un tope en el reparto de la PTU, lo que significa que hay un límite en la cantidad de utilidades que pueden repartirse entre los trabajadores.
Sin embargo, a pesar de estos cambios, las empresas en México deben repartir el 10% de su utilidad fiscal entre sus empleados como PTU, siempre y cuando se hayan generado utilidades en el ejercicio fiscal anterior.
Es importante para las empresas estar al tanto de las fechas límite establecidas por ley para el pago de la PTU, a fin de cumplir con sus obligaciones y evitar sanciones.
Para las personas morales, el reparto de utilidades debe completarse a más tardar el 30 de mayo, y el periodo de distribución inicia desde el primer día hábil de abril hasta el último día hábil de mayo.
Por otro lado, para las personas físicas, el plazo para realizar el pago de la PTU se extiende hasta el 29 de junio, comenzando desde el primer día hábil de mayo hasta el último día de junio.
Por lo tanto, las empresas operan en una ventana temporal que se extiende del 1 de abril al 30 de mayo para personas morales y del 1 de mayo al 29 de junio para personas físicas.
Las empresas que no cumplan con el pago de la PTU pueden enfrentar graves consecuencias. En primer lugar, pueden recibir multas que oscilan entre los 50 y 5000 salarios mínimos vigentes por incumplir con la distribución de utilidades.
El valor exacto de las multas varía desde las 250 hasta las 5000 Unidades de Medida y Actualización (UMA), lo que se traduce en penalizaciones que van de 25,935 a 518,700 pesos mexicanos.
Además, los trabajadores cuentan con un plazo de un año a partir del día siguiente a la fecha límite para reclamar el pago de las utilidades no recibidas, es decir, el pago de utilidades. Por lo tanto, es esencial que las empresas cumplan con sus obligaciones en cuanto al pago de la PTU para evitar estas consecuencias.
Además de las obligaciones laborales, las empresas también deben considerar las implicaciones fiscales del pago de la PTU.
En términos generales, el monto de la PTU que se paga está exento hasta el equivalente a 15 unidades de medida y actualización (UMA). Esto significa que solo se cobra impuesto sobre la cantidad que exceda de este límite.
Es importante que el CFDI de nómina muestre claramente lo exento y lo gravado del monto de la PTU. Además, el CFDI de Nómina para PTU debe reflejar esta prestación con claves correctas del catálogo para evitar inconsistencias en su timbrado.
Esto asegura que la empresa cumpla con sus obligaciones fiscales y mantenga un registro preciso de todos los pagos de PTU.
El manejo eficiente del PTU no solo requiere un buen entendimiento de las regulaciones legales y fiscales, sino también habilidades de comunicación asertiva y el uso de tecnologías avanzadas. Los departamentos de recursos humanos juegan un papel importante en este proceso, ya que son responsables de gestionar el reparto de utilidades y mantener un ambiente laboral saludable.
Los líderes y patrones deben adherirse a las ‘4 C’ (claridad, concisión, cortesía y coherencia) para mejorar la comunicación efectiva en el proceso de reparto de utilidades.
Finalmente, la eficiencia en el departamento de nóminas es de suma importancia para garantizar el correcto pago de PTU y la administración de beneficios, lo que a su vez contribuye a la satisfacción y retención de empleados.